domingo, 1 de septiembre de 2019



HOMO MACHINA ANIMATA

Para que vivo? Que sentido tiene levantarse, no sentir nada, preocuparse por las cosas por hacer, para las que ya no va a alcanzar el tiempo? Atrapado y aislado en su horrible vida sin saber siquiera que y porque esta sufriendo esta el ser humano convertido en cuerpo, nada mas, que grita por todos sus poros que algo anda mal... pero que? Eso que se siente, en donde esta? Tengo un alma? Estoy vivo?
Las vidas de las personas llegan a tal limite de banalizacion que parece una marcha apurada hacia un precipicio con los ojos vendados y las manos desatadas, pero, como en un sueño, no encontramos las manos de nuestro cuerpo, ni la conciencia para poder usarlas. Y si, se debe caer a este precipicio y llegar hasta los fondos oscuros de este. Lo cierto es que después no hay solo una opción de ir hacia arriba, ya que es privilegio de la gente mas audaz, sino se puede reptar por el fondo hasta encontrar un arriba o un abajo – bajo tierra. Y la mayoría probablemente acabaremos ahí antes de empezar a sentirse mejor. Ya no se trata de competencia ni de metas mezquinas que no hacen bien a nadie, ni siquiera al que las acapara.

Los primeros síntomas de nuestra conversión a la especie Homo Machina Animata habían empezado en la década de los 80', con un pique de conductas cada vez mas irresponsables. Nuestra humanidad como tal había terminado de osificarse y dejo de progresar, ya que para eso hay que invertir a largo plazo, sacrificar y gastar tiempo, esfuerzo y paciencia, lo cual es todo lo contrario del significado implícito de el monopolio del consumo unilateral que tratamos de revertir hoy día. La producción intelectual y creativa debería ser el otro lado del consumo, pero mucho de ese arte es falso.

Los sinsentidos de nuestra existencia nos enferman, tan solo por el hecho de no poder ver el horizonte día tras día, que ni la familia sea capaz de exprimir un débil “te quiero” para ti, creer que es normal y que así debe ser, mientras nuevamente algo nos grita por dentro...una sola salida al campo, al aire libre nos devuelve la claridad del sentir y del pensar por un instante, y el contemplar la posibilidad de regresar se vuelve aplastante y amargo.
Seguramente algo anda mal, no lo parece? No deberíamos vivir así. No deberíamos sentir estas cosas, y los trastornos del comportamiento no deberían ser pandemicos ni tampoco deberían ser una forma para enriquecerse materialmente. Un gran maquina se encendió y echo a andar, tratando de convertirnos en tuercas, abono, baterías, etc., a cambio de producir contaminacion, obsesión, metas absurdas, sueños rotos y mucho sufrimiento, tanto como sea posible para completar un ciclo que lleva al borde del precipicio.

Pero tal como se inicio la marcha, de la misma forma parará – paso por paso. Empieza por hacerse preguntas sobre que es realmente importante en la vida, aunque suele ser tortuoso empezar. Así nos enseño la civilizacion – lo que demanda esfuerzo – no vale la pena. Es difícil encontrar un buen ejemplo aún, pero los hay cada día mas. La marcha en reversa, también, ya empezó, y no depende de nosotros su movimiento, ya que es normal en el universo que todo se mueva y cambie.

Lo mas importante ahora, es palpar este movimiento, la vibracion de la energía vital misma, y no dejarlo morir. Podemos confiar en nuestra intuición al cien por ciento – al fin y al cabo, no fue el progreso actual, sino la voz del corazón y las tripas los que nos han señalado el camino para llegar hasta donde estamos.

Muchos éxitos con las epifanías venideras!