sábado, 15 de agosto de 2020

LA PROFECÌA


LA PROFECÍA


Lo que Dios y el Diablo conversaban en las alturas


Dios saludo al Diablo cordialmente y lo invito a sentarse.

  • me volví a olvidar tu nombre, - murmuró distraído.

  • Me han llamado El Adversario y El Que Todo lo Voltea – contestó el Diablo riendo - aunque son muy crueles en llamarme El Mal Supremo!

  • De la existencia del mal supremo se ocupan los humanos por si solos - contestó Dios dibujando en el aire un ademán poco claro - tu poder sin el mio .. destruyen, desgastan.. a propósito.. - añadió avivando su voz - ¿cuantas almas hay en tu poder, viejo amigo? - expresaba curiosidad, animado por el cambio de tema que el mismo hizo.

  • Demasiadas. - aseveró el Diablo sonando algo aburrido – ya no es divertido verlos matándose por estupideces absurdas que inventan y arrastrando sus banales existencias como babosas...un poco mas y comenzare a echarles sal, por todos los demonios, que desperdicio de potencial!

El coro de demonios estallo en carcajadas sacudiendo con su rumor los aires de alrededor, provocando a los ángeles, quienes volteaban y chismeaban a la par con los demonios, solo que hacían menos ruido que ellos.

Dios y el Diablo se miraron con esas miradas que no dejan nada que decir.

  • Traelos a mi - ordeno Dios – a todos ellos. Ante mi Luz arderán, se consumiran y renaceràn de nuevo en mi Luz y en mi reino – la Vida Eterna... y mientras el ardor de mi Luz los consume, tù, viejo amigo, te burlaras de ellos con justas razones, y justa serà su agonía ardiente. Así que, viejo amigo, reúne a toda la familia, cachos, alas, colas plumas y puñales, a todos los que escuchen el llamado, anunciales que traeremos la Luz a este pantano fètido, y encenderemos su pestilencia en_ una triufal Tormenta de Fuego!

                                                             FIN

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